Roble de Eslavonia

Más fuerte que el roble. El dicho popular refleja gráficamente la naturaleza de este poderoso habitante de nuestros bosques, en los que crece en compañía de tilos, carpes, abedules y hayas. Árbol amante de la luz, puede llegar a vivir 1200 años y alcanzar una altura de hasta 60 metros. Se le encuentra preferentemente en tierras próximas a pequeñas colinas y, a veces, en el curso bajo de grandes ríos. Su madera, huelga decirlo, es valiosa, especialmente apreciada para la construcción de barcos, mobiliario, vigas y barriles. Se dice que un buen vino necesita para madurar en nobleza una buena barrica de roble. Dada su resistencia a la polución del aire, es plantado muchas veces en las ciudades en parques y jardines.

Es un árbol que desde tiempos inmemoriales ha estado ligado al hombre y acerca del cual subsisten muchas tradiciones y leyendas. La cultura grecorromana lo veía como el "árbol primigenio", del que se creía que nació el hombre.

Entre los griegos estaba consagrado a Zeus; luego, al tomar Roma el relevo en la civilización occidental y adaptar a los suyos propios muchos de los mitos griegos, fue consagrado a Júpiter.

Más al norte, entre los pueblos germánicos, era el árbol de Donar, dios del rayo y de la tormenta. En el templo de Dodona en honor a Zeus, el oráculo adivinaba el futuro, y era por mediación de robles sagrados como se anunciaban las predicciones. Dice la leyenda que Rómulo erigió el templo de Júpiter. Algún tiempo después Rómulo se enfrentó en combate y dio muerte a Acrón, hijo de Hércules, y llevó a Roma, como trofeo, las armas de su enemigo para depositarlas en la colina Capitolina, bajo un viejo roble sagrado. Entre los pueblos centroeuropeos el roble era el árbol más reverenciado, y no sin un fundamento real, pues se piensa que sus frutos debieron de paliar las épocas de escasez.

En las creencias de los campesinos de muchos lugares de Europa, y aún hoy en día, en Inglaterra y en el país de Gales, perviven leyendas sobre los llamados seres feéricos: hadas, gnomos, pixies, enanos y toda una gama de estos seres fantásticos. Una de ellas sostiene que entre los viejos robles habitan algunas de estas criaturas elementales. De un roble caído, se dice, surgirán vástagos que se multiplicarán hasta conformar una maleza rondada por los moradores de los robles. Dichos personajes, disgustados por la pérdida del árbol padre, ofrecerán a los ingenuos mortales que por allí pasen manjares irresistibles, pero que en realidad no son más que hongos venenosos enmascarados por medio de artes mágicas... Nadie aquí criticaría un exceso de cautela.

"Es un árbol grande, de hasta 37m de altura, que suele vivir unos 500 años e incluso, aunque raramente, 1.000; tiene una cima grande y desparramada, con gruesas ramas torcidas que hacen que sea la mejor especie para conseguir las curvas que se necesitan para la construcción de embarcaciones y casas de estructura de madera. Las hojas, de pecíolo muy corto (3-7mm) y aurículas basales, con frecuencia están agrupadas. Son oblovadooblongas, de 8-12cm de longitud, de superficie ligeramente ondulada, con cuatro o seis pares de lóbulos redondeados. Las flores aparecen a mediados de primavera, las masculinas con agrupaciones verdes con un pedúnculo colgante de 5-7,5cm de longitud, las femeninas sobre cortos pedúnculos erectos por encima de los amentos masculinos, y las bellotas, de 2-4cm de longitud, generalmente por pares, con pedúnculos de 3-7cm y cúpulas poco profundas.

La demanda de este excelente árbol maderero supera las existencias, y la mayoría de las economistas forestales carecen de la perspicacia necesaria para darse cuenta de que en un centenar de años la especie estará en vías de extinción."

Enciclopedia BLUME de los árboles maderas y bosques del mundo, H. Edlin/M.Nimmo, pág. 150.